Con toda la polémica que gira en torno a la dimisión de nuestro
queridísimo Ministro de Justicia, Alberto Ruíz-Gallardón, desde luego, la mejor
idea que ha tenido desde que tomó posesión de su cargo en 2011, se me ocurrió
retomar el tema de los derechos de la mujer y hacer un breve repaso por la
evolución de los mismos. Resulta bastante indignante hablar de esto, más que
nada por el hecho de perder todos tus derechos por nacer mujer, ni más ni
menos. Es lamentable observar como la sociedad nos ha vetado y aún lo sigue
haciendo tantos derechos que nos corresponden como personas, no como mujeres ni
como hombres. Muchas veces los hombres no son capaces de ponerse en el lugar de
una mujer, ni de ser capaces de entender que estemos luchando por una serie de
derechos que nos corresponden y en cierto modo, (y no justifico, solo
intento entender) es obvio, pues ellos han nacido con todos los derechos
humanos concedidos, porque ellos sí son personas desde su nacimiento, y resulta
impensable creer que solo por el sexo no se tengan, además de que desde su
perspectiva acomodada es mucho más fácil conservar su poderío que bajarse del
pedestal y acudir a la lucha con nosotras. Sin embargo, también es preciso
mencionar a aquellos pocos, poquísimos, pero alguno hay, que han escapado del
gremio y que nos apoyan a pesar de las críticas que pueden recibir por parte de
su manada de machunos, para ellos todo mi respeto y
reconocimiento.
Si nos remontamos a las primeras civilizaciones, podemos
encontrar que en la Antigua Grecia sobre el Año 1100 a.C. eran distintas
las diosas que compartían funciones con sus homónimos varones: Afrodita, Hera,
Atenea, Artemisa, Démeter,... En Egipto, en torno al Año 48 a.C. tenían
una reina, la conocida Cleopatra; más tarde, en el 1468 reinaba en España
Isabel la Católica; en el 1558 Isabel I fue Reina de Inglaterra. A
partir de entonces se podría decir que se ha sufrido involución a la hora de
facilitar a las mujeres los medios necesarios para tomar el poder. ¿Por qué ha
podido suceder esto? Tan sencillo de explicar como que tras todas estas mujeres
siempre ha habido un hombre que dirigía, que planeaba y que únicamente
utilizaba a la mujer de marioneta, bien para chantajearla emocional o
sexualmente, bien para presumir de una falsa igualdad. Esta última alternativa
es algo muy común entre los altos dirigentes de grandes empresas por ejemplo,
en las que figuran ellos con cargos de Presidente y ellas con cargos de
Vicepresidentas o Secretarias, como veis, seguimos subordinadas a ellos, a
pesar de que en muchos de los casos la formación con la que cuentan las mujeres
es superior a la de los hombres. Con ello se evidencia que las condiciones de
igualdad aún en nuestros días son lamentablemente nulas.
Con el cristianismo, la cosa se agravó bastante... La
religión no era (y es) más que un mecanismo de control sobre los fieles
mediante normas, normas y normas. Para los hombres las normas eran algo más
flexibles, se les permitía poner los cuernos a su mujer siempre y cuando tuviese
un buen motivo para hacerlo (ella no satisfacía sus deseos sexuales, era
frígida, estaba enferma,...) y vagar libremente por el mundo; la mujer no tenía
más obligaciones que satisfacer a su marido y cuidar de sus hijos/as y de la
casa. En este caso, el hombre (Dios) era el Todopoderoso al que había adorar y
la mujer (la Virgen) guardaba un puesto menor, a la que solo se podía venerar
porque adorarla era pecado. Igualmente surgieron otras dicotomías:
sacerdote-monja, obispo-madre superiora,.. en las que el hombre actuaba como
Ministro del Señor ejerciendo labores de la vida pública y la mujer como
cuidadora ejerciendo labores del hogar en la vida privada.
Durante la Edad Media, era el matrimonio el que se
encargaba de consumar la pertenencia de una mujer a su esposo. Una vez casados,
la mujer pasaba a ser propiedad legítima y eterna de su esposo, tanto, que
incluso podía llegar a ser condenada por los delitos que había cometido su
marido. En ésta época, la mujer soltera gozaba de más autonomía y esto no
interesaba a los mandos, por ello "una mujer de bien" DEBÍA casarse
con aquel hombre que sus padres habían destinado como marido para ella antes de
que se le pasase el arroz, claro. Como puede observarse, la mujer casada a
edades muy tempranas pasa de ser propiedad del padre a ser propiedad del
esposo. Esto indicada que todo acto o decisión debe ser aprobada previamente
por su "dueño". Además, en el seno familiar se entendía al hombre
como "cabeza de familia" y el encargado de mantenerla económicamente
y de gestionar los gastos, mientras que la mujer que no servía para mucho más,
era la encargada de la educación de los hijos e hijas. En la Alta Edad
Media fue cuando se gestó la brillante idea que autorizaba al marido a
matar a su esposa adultera, la forma más común consistía en perseguirla desnuda
por el pueblo dándole latigazos y después asesinarla con sus propias manos.
Todas estas leyes eran recogidas en el Liber
Ludiciorum propuesto en el año 654 por el Rey Recesvinto.
En la Época del Renacimiento, la mujer seguía teniendo una
imagen de cosa inútil y poco inteligente. Sin embargo, todo un detalle, a las
que pertenecían a la aristocracia se les permitía su aparición en sociedad para
acompañar a su marido a algunos actos, pero sin abrir la boquita.
Con la Revolución Industrial del Siglo XVIII las
mujeres salieron del ámbito privado y comenzaron a trabajar en las fábricas,
parece un avance, si no tenemos en cuenta que realizaban aquellos trabajos que
no querían realizar los hombres, que su salario era menor que el de ellos y que
era gestionado íntegramente por su marido, y que su forma de trabajar y de
pensar equivalía a la de un niño o a la de una persona con retraso mental.
Durante el Siglo XIX en España, se aprobó una Ley que
comparaba las capacidades femeninas con las de un menor de edad, permitiendo
así al marido "castigar moderadamente" a su esposa cuando él
consideraba que había cometido un error con el fin de educarla. Por supuesto,
se le negaba el acceso a cargos públicos y se les prohibió la publicación de
escritos, obras científicas o literarias, de ahí que encontremos muchos
escritos sin nombre (anónimo) o firmados con un pseudónimo. A pesar de las
duras restricciones que sufría la mujer, fue un 8
de Marzo del año 1857 en Nueva York cuando un grupo de mujeres
obreras descontentas con sus condiciones de trabajo decidieron ponerlo de
manifiesto y pedir ciertas mejoras en el ámbito laboral. La respuesta que
obtuvieron fue represión, encarcelación y demás, pero fue el primero de muchos
avances.
En el Siglo XX, se repitieron los hechos, el 8 de Marzo de 1908, fueron 15.000 las
trabajadoras que se manifestaron por sus derechos laborales. Muchas de ellas
murieron quemadas, asesinadas o en la cárcel. Fueron muchos los movimientos que
posteriormente se llevaron a cabo por el mismo fin, el más importante fue la
aparición con fuerza del Movimiento Feminista que a pesar de surgir antes no
tomó tanta fuerza hasta entonces, pero no fue hasta el año 1975 cuando la ONU
estableció el 8 de Marzo como el Día Internacional de la Mujer. Pequeños
pasitos :) A partir de aquí la mujer comenzó a formar parte activa e
independiente en la vida social, adquirió algunos nuevos derechos en lo laboral
y logró el Derecho a voto, en España en el Año 1931. Grandes ejemplos de estos
cambios son Margaret Thatcher (Primera Ministra de Gran Bretaña), Golda
Meir (Primera Ministra de Israel) e Indira Ghandi (Primera
Ministra de la India). Poco después, las dictaduras acabaron con el derecho
humano, tanto masculino como femenino, que supuso un retroceso en general y más
específicamente en lo que a lo femenino se refiere.
Llegando al Siglo XXI encontramos que no se han
producido grandes cambios... A veces cabe pensar que justo ha sucedido al
contrario... En nuestros días sigue apareciendo la discriminación por género en
cualquier ámbito en el que se mueva la mujer a pesar de haber logrado
aparentemente muchos derechos que antes no se tenían. No pretendo ser
pesimista, pero a día de hoy la igualdad es inexistente en el mundo. Mientras
se mantengan los estereotipos sociales y la educación diferenciada a niños y
niñas seguiremos manteniendo la misma sociedad desigual que hace 60 años.
Aprovechando además que hoy, 28 de Septiembre, es el Día de Acción Global por un Aborto Legal, Seguro y
Gratuito, voy a hacer un
breve repaso por la historia del aborto en España, y digo breve porque
realmente es así como es...
El aborto inducido
entendido como la interrupción voluntaria del embarazo ha sido una práctica que
se ha llevado a cabo desde que el mundo es mundo causando la muerte inminente
de las mujeres que así decidían hacerlo hace unos cuantos años. Sin embargo, a
pesar de la problemática que suponía y de las muertes que se saldaba en lugar
de poner una Ley reguladora que protegiese a las mujeres que por diversos
motivos decidían abortar, los dirigentes se empeñaban en penar dicho hecho que
suponía pena de cárcel de 8 años para la mujer “pecadora” y de 14 años para el
“profesional” que llevaba a cabo el delito, según aparece en el Código Penal
Español de 1822 (Art. 639 y Art. 640). A partir de la II República se encontró
un pequeño avance en la legalización del aborto, pero fue con la Ley Orgánica 9/1985 cuando se despenalizó el
aborto como práctica solo en caso de riesgo grave para la salud física o psíquica
de la mujer embarazada, en caso de violación y en caso de malformación
en el feto. Desde entonces no se habían hecho modificaciones de la Ley hasta el
año 2010, una barbaridad, en la que por fin se amparó el supuesto de que el
aborto debía ser practicado por un profesional que supiese lo que se hacía y
que debía contemplar SIEMPRE que fuese una decisión tomada por la mujer
embarazada mayor de 16 años pero con el límite de las tres reglas de oro de Ley
propuesta en 1985, como vemos el avance no fue tan enorme. Poco después se hizo
una Reforma de la Ley Orgánica 2/2010 en la que se incluía una nueva cláusula
que contemplaba la decisión de la mujer en pro del aborto si tener el bebé
suponía interferencia con algún ámbito de su vida, por lo tanto podía elegir
libremente si quería tenerlo o no. Esto causó gran revuelo entre la población
“arcaica” de la España profunda y la oposición de los partidos de la derecha,
aún así fue aprobada. Y la historia desde entonces hasta nuestros días ya la
conocemos, se propuso un Proyecto de Reforma de esta última Ley en la que
volvíamos (con suerte) a la Ley Orgánica de 1985 sino más atrás, finalmente,
con único interés de agradar a la población para ganarse su voto (JA!) nuestro
querido gobierno reculó y este proyecto de Reforma no vio la luz, ese día será
recordado por las feministas como un día importante, nos queda el consuelo de
que son pocos los avances, pero al menos que no retrocedamos en todos los
derechos que a nuestras antecesoras les ha costado tanto conseguir.
Por último, para que
admiremos la ignorancia que caracterizaba y sigue caracterizando a nuestros
dirigentes, os dejo una frase “admirable” que Napoleón dijo en uno de sus
discursos ante el Consejo de Estado: -La naturaleza ha hecho esclavas nuestras
a nuestras mujeres... El marido tiene derecho a decir a su mujer: Señora, no
saldréis, no iréis a la comedia, no veréis a tal o cual persona. Es decir,
Señora, me pertenecéis en cuerpo y alma.-
¿Os suena este
discurso? Estamos hablando del Año 1800 aproximadamente... Preguntad a los jóvenes
de hoy en día que piensan sobre esto y quedaréis impresionados e
impresionadas... El machismo, el patriarcado, todos esos valores arcaicos,
siguen tan presentes en nuestro avanzado Siglo XXI como en el XIX... Nada más
lejos de la realidad.... Observen ustedes mismas, observen ustedes mismos.