sábado, 7 de marzo de 2015

SER MUJER, DESDE LOS OJOS DE UNA FEMINISTA


Cada murmullo de desprecio que escucho, cada gesto de desaprobación, cada intento de desacreditación por lo que hago, cada pasividad de los demás hacia lo que tanto tiempo me llevó elaborar, cada desaire y duda por los conocimientos que poseo o que puedo llegar a adquirir, cada ingratitud por lo que la cultura me ha marcado como una obligación, cada creencia estúpida de incapacidad por pertenecer tan sólo a un grupo sexual… 

Cada mujer, cada día, se ve obligada a enfrentarse a una serie de hechos que suceden en su entorno cotidiano debido más a una cuestión de cultura, de tradición y de falsas y por supuesto, erróneas creencias que a la propia realidad. 

¿Qué mujer no ha oído alguna vez en su vida palabras denigrantes del tipo “tú no puedes hacer eso” o “esas son cosas de hombres”? 



Y te desmotivas, te desmoralizas, e incluso hay mujeres que llegan a creérselo y a incorporarlo a su repertorio de pensamientos.. ¿Acaso una persona tiene el poder de juzgar de lo que son o no capaces las demás, así como de afirmar si alguien puede o no hacer determinadas tareas? Vamos, por favor, eso lo decidirá la propia persona, y lo mejor será intentándolo y demostrando que sí se puede, pero no prejuzgar en función de un sesgo social sin base ni fundamento. 

Es más, ¿cada cuál nace con una lista de tareas bajo el brazo sobre lo que Sí puede desarrollar y lo que NO? Pues no es que nazca con una lista de tareas bajo el brazo, es peor aún, es que según el sexo con el que biológicamente nazca, se verán limitadas unas capacidades y fomentadas otras… Espantoso ¿verdad? Pues nada más lejos de la realidad… Si soy mujer, tendré un grado de empatía desbordante y un enorme corazón, pero cuando necesite abrir un bote de garbanzos, no tendré capacidad para ello. Sin embargo, si soy hombre, podré abrir todos los botes de garbanzos que me plazca pero NUNCA JAMÁS NUNCA podré derramar una lágrima cuando sienta dolor…. ¿Les resulta aberrante? Pues es justo lo que sucedía antes del siglo XIX o incluso a principios de éste, en cualquier lugar del mundo; e incluso hoy día se mantienen resquicios de lo que hubo, sin tener en cuenta que hay países que todavía viven en la Edad Media como poco y que no sólo mantienen las creencias de la superioridad masculina, sino que incluso condenan hechos contrarios al mismo. 

Por suerte, gran parte del mundo se vio influenciado y afectado por los continuos movimientos feministas a favor de la inserción de la mujer en el mundo laboral y otros derechos que al parecer no nos merecemos... Y aunque no es tanta la igualdad real existente como la que se presume, gracias a todo ello, mejor dicho, a todas ellas, actualmente, es usual que la mujer tenga un trabajo fuera del hogar aunque no sea tan digno ni bien pagado como el del hombre. Lo que sí se ha demostrado es que nos encontramos TOTALMENTE CAPACITADAS para ejercer el puesto de trabajo con los mismos derechos y las mismas obligaciones que el resto de empleados. Y no sólo la mujer se encuentra capacitada para ocupar un puesto de trabajo, sino que además, está completamente implicada en adquirir la formación precisa para realizar una labor correcta dentro de ese cargo que le corresponde. A día de hoy, el porcentaje de 51,12% de la población universitaria a nivel mundial corresponde al género femenino (fuente: ABC univesidades). En cuanto al porcentaje de las mujeres que tienen un puesto de trabajo fijo fuera del hogar, es de 43,1% (Mª Eugenia Medina, directora de estadística poblacional). Datos bastante satisfactorios y favorables para la mujer, hace unos años, esto resultaba como poco impensable.

Por eso mismo, por todo lo que nuestras mujeres anteriores han peleado y luchado, las sucesoras tenemos la fortuna de aprovechar si lo deseamos todo lo andado y seguir haciéndonos de respetar. Así que impidamos que frases, comentarios, dichos populares o determinados gestos tan extendidos en nuestra sociedad y que nos resultan tan molestos y agresivos, mostremos nuestro descontento y desaprobación a los mismos, impidiendo que se lleven a cabo, al menos en nuestra presencia. 

MUJERES DEL MUNDO, SOMOS CAPACES DE TODO CUANTO NOS PROPONGAMOS. NO DEJEMOS DE LUCHAR NUNCA PORQUE SÍ SOMOS CAPACES Y SI LO CREEMOS ASÍ, POR MUCHO QUE EL MUNDO SE EMPEÑE EN LLEVARNOS LA CONTRARIA. 

Como regalo para el próximo día 8 de Marzo, esta nueva entrada de mi blog es para vosotras, para esas mujeres extraordinarias :) ¡FELIZ DÍA! Y también, para todos aquellos hombres que nos apoyan y nos acompañan en nuestra lucha continua.     



viernes, 21 de noviembre de 2014

¿Qué pasa con el famoso “PUNTO G”?


Desde los Años 50, en que se habló por primera vez de la existencia de una zona en la vagina con una gran sensibilidad que al ser estimulada producía un orgasmo mucho más intenso y placentero que el alcanzado mediante la estimulación de otras zonas del cuerpo femenino (Gräfenberg, 1950), son muchos los expertos que se han pronunciado al respecto, creando gran controversia en torno a esa zona conocida posteriormente como “Punto G” (Addiego, 1981).  





Con la sonada publicación The G spot and Other Recent Discoveries About Human Sexuality” (Kahn Ladas, Whipple & Perry, 1982) estalló el boom acerca de este tema. En esta publicación se describía por primera vez el punto G en toda su amplitud, dónde estaba, en qué consistía, qué sensaciones producía y sobretodo, qué hacer para encontrarlo y estimularlo. A pesar de lo obsoleto que puede resultar hoy en día, para aquellos/as que os animéis a leerlo, y de las duras críticas que recibió, este libro se considera uno de los primeros tratados científicos publicados sobre sexualidad femenina, bastante avanzado para la mentalidad social de la época y un gran paso para la sexología como ciencia. Unidos a los acontecimientos sociales acaecidos a nivel mundial: guerras, dictaduras, represiones y demás catástrofes; la sexualidad, especialmente la femenina, cayó de nuevo en el olvido. Hubo que esperar casi 30 años para que el tema sexual comenzara de nuevo a generar interés en el área de la investigación. Sin embargo, se realizó algún que otro estudio que no tuvo demasiada transcendencia, aunque cabe mencionar que el hallazgo más interesante fue suponer que el nombrado “Punto G” coincidía ni más ni menos con las glándulas de Skene que se encuentran situadas cerca de la uretra y que están involucradas en la eyaculación femenina (Wimpissinger & Winton, 2007), pero estudios fisiológicos lo descartaron demostrando que estas glándulas no tenían suficientes receptores sensitivos por tacto para generar ese placer (Davidson, 2008). Estudios más recientes indican que el “Punto G” no es más que una zona de la vagina desde donde contactar indirectamente con el clítoris interno y de ahí las reacciones tan placenteras que puede llegar a producir (Buisson, 2009). A partir de entonces, se pensó que el “Punto G” podría ser también una zona masculina, debido al enorme parecido de esta zona con la uretra masculina, pero aún no existe ningún estudio con la suficiente rigurosidad científica que lo determine.
Otro de los aspectos que la investigación en esta línea ha dado a conocer es la individualidad de cada persona tanto genitalmente como en la forma de obtener placer (King’s College de Londres, 2010).
Sin embargo, recientemente se ha confirmado la existencia del punto G tras realizar una disección de la pared interior de la vagina del cadáver de una mujer de 83 años (Ostrzenski, 2012), según se determinó está formado por tres regiones distintas midiendo 8,1 mm de largo, con un ancho variable entre 3,6 mm y 1,5 mm y una altura de 0,4 mm. En contraposición, una recopilación de estudios realizados desde el descubrimiento del “Punto G” concluyeron que sólo es la extensión del clítoris en el interior de la vagina (Kilchevsky, 2012). 

El último bombazo acaecido asegura que hablar de “Punto G”, orgasmo vaginal o por clítoris solo genera confusión y sugiere que debería hablarse únicamente de orgasmo femenino, tal como decimos orgasmo masculino sin más (Vincenzo y Giulia Puppo, 2014).





          Finalmente, a modo de reflexión, hago un llamamiento a la cordura, mujeres, hombres, personas todas, el objetivo de tener una relación sexual con uno/a mismo/a o con otro/a debe ser sencillamente el de disfrutar con total libertad para alcanzarlo de la forma en que cada cual estime conveniente. ¿Qué más da si es a través del “Punto G”, de la uretra, del clítoris, o del lóbulo de la oreja? A veces nos empeñamos en poner nombres a todo... y estoy totalmente segura de que el “Punto G” se está sobrevalorando, creando así preocupaciones innecesarias en la sexualidad de la mujer, supongo que será otro mecanismo más de control. A muchos/as profesionales que nos dedicamos al área de la sexología nos inquieta, tal y como observamos de forma reiterada en pacientes que nos llegan a consulta, que las mujeres pudiesen considerarse a sí mismas disfuncionales si no encuentran el “Punto G” o no experimentan el orgasmo a través de él, y llegan angustiadas haciendo hincapié en que no es normal no experimentarlo, aunque la realidad es bastante distinta. 

Por si tenéis vocación de exploradoras-exploradores, aquí os dejo unas ilustraciones sobre lo que "supuestamente" sería el Punto G femenino y masculino, aunque si me aceptáis un consejo, dejaos llevar por el deseo sin obsesionarse con los "puntos" ;) 







domingo, 28 de septiembre de 2014

¡BUENAS NOTICIAS! MUJER tú también tienes DERECHOS


          Con toda la polémica que gira en torno a la dimisión de nuestro queridísimo Ministro de Justicia, Alberto Ruíz-Gallardón, desde luego, la mejor idea que ha tenido desde que tomó posesión de su cargo en 2011, se me ocurrió retomar el tema de los derechos de la mujer y hacer un breve repaso por la evolución de los mismos. Resulta bastante indignante hablar de esto, más que nada por el hecho de perder todos tus derechos por nacer mujer, ni más ni menos. Es lamentable observar como la sociedad nos ha vetado y aún lo sigue haciendo tantos derechos que nos corresponden como personas, no como mujeres ni como hombres. Muchas veces los hombres no son capaces de ponerse en el lugar de una mujer, ni de ser capaces de entender que estemos luchando por una serie de derechos que nos corresponden y en cierto modo, (y no justifico, solo intento entender) es obvio, pues ellos han nacido con todos los derechos humanos concedidos, porque ellos sí son personas desde su nacimiento, y resulta impensable creer que solo por el sexo no se tengan, además de que desde su perspectiva acomodada es mucho más fácil conservar su poderío que bajarse del pedestal y acudir a la lucha con nosotras. Sin embargo, también es preciso mencionar a aquellos pocos, poquísimos, pero alguno hay, que han escapado del gremio y que nos apoyan a pesar de las críticas que pueden recibir por parte de su manada de machunos, para ellos todo mi respeto y reconocimiento.   

          Si nos remontamos a las primeras civilizaciones, podemos encontrar que en la Antigua Grecia sobre el Año 1100 a.C. eran distintas las diosas que compartían funciones con sus homónimos varones: Afrodita, Hera, Atenea, Artemisa, Démeter,... En Egipto, en torno al Año 48 a.C. tenían una reina, la conocida Cleopatra; más tarde, en el 1468 reinaba en España Isabel la Católica; en el 1558 Isabel I fue Reina de Inglaterra. A partir de entonces se podría decir que se ha sufrido involución a la hora de facilitar a las mujeres los medios necesarios para tomar el poder. ¿Por qué ha podido suceder esto? Tan sencillo de explicar como que tras todas estas mujeres siempre ha habido un hombre que dirigía, que planeaba y que únicamente utilizaba a la mujer de marioneta, bien para chantajearla emocional o sexualmente, bien para presumir de una falsa igualdad. Esta última alternativa es algo muy común entre los altos dirigentes de grandes empresas por ejemplo, en las que figuran ellos con cargos de Presidente y ellas con cargos de Vicepresidentas o Secretarias, como veis, seguimos subordinadas a ellos, a pesar de que en muchos de los casos la formación con la que cuentan las mujeres es superior a la de los hombres. Con ello se evidencia que las condiciones de igualdad aún en nuestros días son lamentablemente nulas. 

          Con el cristianismo, la cosa se agravó bastante... La religión no era (y es) más que un mecanismo de control sobre los fieles mediante normas, normas y normas. Para los hombres las normas eran algo más flexibles, se les permitía poner los cuernos a su mujer siempre y cuando tuviese un buen motivo para hacerlo (ella no satisfacía sus deseos sexuales, era frígida, estaba enferma,...) y vagar libremente por el mundo; la mujer no tenía más obligaciones que satisfacer a su marido y cuidar de sus hijos/as y de la casa. En este caso, el hombre (Dios) era el Todopoderoso al que había adorar y la mujer (la Virgen) guardaba un puesto menor, a la que solo se podía venerar porque adorarla era pecado. Igualmente surgieron otras dicotomías: sacerdote-monja, obispo-madre superiora,.. en las que el hombre actuaba como Ministro del Señor ejerciendo labores de la vida pública y la mujer como cuidadora ejerciendo labores del hogar en la vida privada.

          Durante la Edad Media, era el matrimonio el que se encargaba de consumar la pertenencia de una mujer a su esposo. Una vez casados, la mujer pasaba a ser propiedad legítima y eterna de su esposo, tanto, que incluso podía llegar a ser condenada por los delitos que había cometido su marido. En ésta época, la mujer soltera gozaba de más autonomía y esto no interesaba a los mandos, por ello "una mujer de bien" DEBÍA casarse con aquel hombre que sus padres habían destinado como marido para ella antes de que se le pasase el arroz, claro. Como puede observarse, la mujer casada a edades muy tempranas pasa de ser propiedad del padre a ser propiedad del esposo. Esto indicada que todo acto o decisión debe ser aprobada previamente por su "dueño". Además, en el seno familiar se entendía al hombre como "cabeza de familia" y el encargado de mantenerla económicamente y de gestionar los gastos, mientras que la mujer que no servía para mucho más, era la encargada de la educación de los hijos e hijas. En la Alta Edad Media fue cuando se gestó la brillante idea que autorizaba al marido a matar a su esposa adultera, la forma más común consistía en perseguirla desnuda por el pueblo dándole latigazos y después asesinarla con sus propias manos. Todas estas leyes eran recogidas en el Liber Ludiciorum propuesto en el año 654 por el Rey Recesvinto.       

          En la Época del Renacimiento, la mujer seguía teniendo una imagen de cosa inútil y poco inteligente. Sin embargo, todo un detalle, a las que pertenecían a la aristocracia se les permitía su aparición en sociedad para acompañar a su marido a algunos actos, pero sin abrir la boquita. 

          Con la Revolución Industrial del Siglo XVIII las mujeres salieron del ámbito privado y comenzaron a trabajar en las fábricas, parece un avance, si no tenemos en cuenta que realizaban aquellos trabajos que no querían realizar los hombres, que su salario era menor que el de ellos y que era gestionado íntegramente por su marido, y que su forma de trabajar y de pensar equivalía a la de un niño o a la de una persona con retraso mental.

          Durante el Siglo XIX en España, se aprobó una Ley que comparaba las capacidades femeninas con las de un menor de edad, permitiendo así al marido "castigar moderadamente" a su esposa cuando él consideraba que había cometido un error con el fin de educarla. Por supuesto, se le negaba el acceso a cargos públicos y se les prohibió la publicación de escritos, obras científicas o literarias, de ahí que encontremos muchos escritos sin nombre (anónimo) o firmados con un pseudónimo. A pesar de las duras restricciones que sufría la mujer, fue un 8 de Marzo del año 1857 en Nueva York cuando un grupo de mujeres obreras descontentas con sus condiciones de trabajo decidieron ponerlo de manifiesto y pedir ciertas mejoras en el ámbito laboral. La respuesta que obtuvieron fue represión, encarcelación y demás, pero fue el primero de muchos avances. 

          En el Siglo XX, se repitieron los hechos, el 8 de Marzo de 1908, fueron 15.000 las trabajadoras que se manifestaron por sus derechos laborales. Muchas de ellas murieron quemadas, asesinadas o en la cárcel. Fueron muchos los movimientos que posteriormente se llevaron a cabo por el mismo fin, el más importante fue la aparición con fuerza del Movimiento Feminista que a pesar de surgir antes no tomó tanta fuerza hasta entonces, pero no fue hasta el año 1975 cuando la ONU estableció el 8 de Marzo como el Día Internacional de la Mujer. Pequeños pasitos :) A partir de aquí la mujer comenzó a formar parte activa e independiente en la vida social, adquirió algunos nuevos derechos en lo laboral y logró el Derecho a voto, en España en el Año 1931. Grandes ejemplos de estos cambios son Margaret Thatcher (Primera Ministra de Gran Bretaña), Golda Meir (Primera Ministra de Israel) e Indira Ghandi (Primera Ministra de la India). Poco después, las dictaduras acabaron con el derecho humano, tanto masculino como femenino, que supuso un retroceso en general y más específicamente en lo que a lo femenino se refiere. 

          Llegando al Siglo XXI encontramos que no se han producido grandes cambios... A veces cabe pensar que justo ha sucedido al contrario... En nuestros días sigue apareciendo la discriminación por género en cualquier ámbito en el que se mueva la mujer a pesar de haber logrado aparentemente muchos derechos que antes no se tenían. No pretendo ser pesimista, pero a día de hoy la igualdad es inexistente en el mundo. Mientras se mantengan los estereotipos sociales y la educación diferenciada a niños y niñas seguiremos manteniendo la misma sociedad desigual que hace 60 años. 


          Aprovechando además que hoy, 28 de Septiembre, es el Día de Acción Global por un Aborto Legal, Seguro y Gratuito, voy a hacer un breve repaso por la historia del aborto en España, y digo breve porque realmente es así como es...
El aborto inducido entendido como la interrupción voluntaria del embarazo ha sido una práctica que se ha llevado a cabo desde que el mundo es mundo causando la muerte inminente de las mujeres que así decidían hacerlo hace unos cuantos años. Sin embargo, a pesar de la problemática que suponía y de las muertes que se saldaba en lugar de poner una Ley reguladora que protegiese a las mujeres que por diversos motivos decidían abortar, los dirigentes se empeñaban en penar dicho hecho que suponía pena de cárcel de 8 años para la mujer “pecadora” y de 14 años para el “profesional” que llevaba a cabo el delito, según aparece en el Código Penal Español de 1822 (Art. 639 y Art. 640). A partir de la II República se encontró un pequeño avance en la legalización del aborto, pero fue con la Ley Orgánica 9/1985 cuando se despenalizó el aborto como práctica solo en caso de riesgo grave para la salud física o psíquica de la mujer embarazada, en caso de violación y en caso de malformación en el feto. Desde entonces no se habían hecho modificaciones de la Ley hasta el año 2010, una barbaridad, en la que por fin se amparó el supuesto de que el aborto debía ser practicado por un profesional que supiese lo que se hacía y que debía contemplar SIEMPRE que fuese una decisión tomada por la mujer embarazada mayor de 16 años pero con el límite de las tres reglas de oro de Ley propuesta en 1985, como vemos el avance no fue tan enorme. Poco después se hizo una Reforma de la Ley Orgánica 2/2010 en la que se incluía una nueva cláusula que contemplaba la decisión de la mujer en pro del aborto si tener el bebé suponía interferencia con algún ámbito de su vida, por lo tanto podía elegir libremente si quería tenerlo o no. Esto causó gran revuelo entre la población “arcaica” de la España profunda y la oposición de los partidos de la derecha, aún así fue aprobada. Y la historia desde entonces hasta nuestros días ya la conocemos, se propuso un Proyecto de Reforma de esta última Ley en la que volvíamos (con suerte) a la Ley Orgánica de 1985 sino más atrás, finalmente, con único interés de agradar a la población para ganarse su voto (JA!) nuestro querido gobierno reculó y este proyecto de Reforma no vio la luz, ese día será recordado por las feministas como un día importante, nos queda el consuelo de que son pocos los avances, pero al menos que no retrocedamos en todos los derechos que a nuestras antecesoras les ha costado tanto conseguir.     
      
Por último, para que admiremos la ignorancia que caracterizaba y sigue caracterizando a nuestros dirigentes, os dejo una frase “admirable” que Napoleón dijo en uno de sus discursos ante el Consejo de Estado: -La naturaleza ha hecho esclavas nuestras a nuestras mujeres... El marido tiene derecho a decir a su mujer: Señora, no saldréis, no iréis a la comedia, no veréis a tal o cual persona. Es decir, Señora, me pertenecéis en cuerpo y alma.-

¿Os suena este discurso? Estamos hablando del Año 1800 aproximadamente... Preguntad a los jóvenes de hoy en día que piensan sobre esto y quedaréis impresionados e impresionadas... El machismo, el patriarcado, todos esos valores arcaicos, siguen tan presentes en nuestro avanzado Siglo XXI como en el XIX... Nada más lejos de la realidad.... Observen ustedes mismas, observen ustedes mismos.


martes, 16 de septiembre de 2014

MUCHO follar pero POCO hablar....


¿Conocéis a alguna pareja de esas que no pegan ni con cola, que no son capaces de tomar ni una decisión de mutuo acuerdo, no paran de pelear por todo, y sin embargo, a los dos minutos ya están follando como conejos? 

Pues bien, según los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) recogidos por el Instituto de Política Familiar (IPF), en España, se produce una ruptura de pareja cada 4,1 minutos y lo más curioso de todo esto es que tal y como afirma Eduardo Hertfelder, presidente del IPF, LA SEPARACIÓN NO ARREGLA NINGUNO DE LOS PROBLEMAS INSTAURADOS ANTES DE LA RUPTURA, SINO QUE LOS AGRAVA


Con estos datos no quiero dar a entender que tengo una perspectiva puritana, que estoy en contra de que cada cuál haga y rehaga su vida las veces que estime oportunas o del divorcio en sí. No, no es eso... lo que quiero evidenciar con estos datos es que realmente el problema de todo está en LA COMUNICACIÓN, para ser más exactos, en la falta de ella, y no solo en el ámbito de la pareja, sino en las familias, en la escuela, en las administraciones, en el trabajo,... y en cualquier tipo de relación emisor-receptor que establezcamos con otra persona. Parece ser que es pecado o algo enseñar a nuestros hijos e hijas a expresarse para que puedan comunicar de manera correcta sus sentimientos, deseos o necesidades; pero claro, nadie nos ha enseñado nunca como hacerlo porque expresar es una vergüenza si eres hombre y un tostón si eres mujer, y así lo entendemos, y así lo transmitimos a nuestras generaciones.
Sin embargo, con tanta normativa de género, no somos conscientes del daño que nos hacemos a nosotras y nosotros mismos, ni del daño que les hacemos a nuestros pequeños y pequeñas enseñándoles a privarse de expresar. ¿Y sabéis qué? Todo esto que parece tan tonto y tan innecesario, cuando los expertos y expertas rasgamos un poco debajo de algunos de los casos que nos llegan a consulta, encontramos que es la base que falta en las personas con problemas de adicción, con conductas agresivas, con tendencia a delinquir o en otro muchos trastornos relacionados con el comportamiento y la personalidad. De hecho, en el tratamiento de estas problemáticas una de las fases consiste en el Entrenamiento en Habilidades Sociales. Fíjense, con lo fácil que sería que desde pequeños y pequeñas se incluyera este tipo de talleres en nuestra vida cotidiana y en nuestro curriculum educativo, nos ahorraría muchos disgustos que sufrimos de mayores.

Si trasladamos esta falta de comunicación a la pareja única y exclusivamente, observamos que a priori resulta más fácil arreglarlo todo con un polvo rápido y así se le pasa el enojo sin saber las consecuencias a medio-largo plazo que eso acarrea.. Hay personas que se conforman creyendo que la evitación es la mejor forma de arreglar las cosas... Pero, ¿Qué pasa con este tipo de comportamiento al final? Pues pueden suceder dos cosas:
Una, que desencadene en la típica pareja que no se desarrolla como tal, en la que normalmente se producen muchos desacuerdos y continuas peleas con gritos e insultos que se arreglan "supuestamente" teniendo sexo, y acto seguido uno de los dos cede a la petición del otro, que “curiosamente” SIEMPRE SIEMPRE suele ser el mismo quien termina cediendo. Este tipo de relación suele agradar mucho a una parte y quemar a la otra, la que a menudo responde a un perfil de personalidad sumisa que no se atreve a abandonar la relación por amor, dependencia psíquica o económica, chantaje emocional, o simplemente por las gratificaciones que puntualmente recibe. En estos casos suele haber una cierta obsesión por el otro que se manifiesta básicamente en el enganche que produce el pelearse y follar, volviéndose esto un círculo vicioso que con el paso del tiempo se agrava. A menudo las personalidades que se unen en este tipo de relaciones son dominante-sumiso/a y desde el comienzo se forma una relación de poder que uno propone y el otro acepta, pensando muchas veces en la posibilidad de cambio con la formalización del compromiso (JA!). El sumiso/a tiende a criticar mucho las acciones de la pareja y quejarse de la situación a un familiar o amigo, pero cuando este le propone la posibilidad de romper el vínculo con su dominante, lo justifican y maquillan lo dicho. Esta situación puede durar años y años y años, incluso toda la vida, y es lo que se conoce como "relaciones tóxicas".

La otra es que uno de ellos viva en el limbo, predicando sus hazañas sexuales por el mundo y creyendo que la relación va estupendamente aunque tengan sus peleillas de vez en cuando; mientras el otro decida romper la relación porque no puede soportar más la situación. Suelen ser relaciones cortas, de meses o muy pocos años, en las que los dos miembros tienen perfil dominante principalmente, uno de ellos con cierta tolerancia que es el que ofrece un espacio de tiempo prudencial a su pareja esperando que ésta cambie. Ante la no presentación del cambio y el agravamiento de la situación de poder, la parte dominante-tolerante (como yo la llamo) decide abandonar la relación por este mismo motivo de mal entendimiento. El perfil del dominante-tolerante suele ser paciente y comunicativa pero con valores e ideas claras, una persona independiente que prefiere estar sola antes que desarrollarse en una relación problemática. Claro, estas personas suelen ser las menos, ya sabemos, por la educación que venimos arrastrando de hace siglos de que tenemos que vivir en pareja, no podemos desarrollarnos íntegramente si quedamos solteras, tenemos que buscar al príncipe azul y cuidar de nuestra princesa, encontrar nuestra media naranja,... y demás ideas “ingeniosas” que el patriarcado se ha sacado de la manga. Entonces, cuando intentan explicarle al otro que dejan la relación porque no hay entendimiento entre la pareja o porque no “eres lo que yo estoy buscando”, la parte que vive en el limbo se extraña, no entiende lo que sucede, “si estábamos muy bien, éramos muy felices y follábamos un montón...” y la explicación más asequible para esta parte es pensar que ha conocido a otra persona, que le ha sido infiel,... etc, etc. cuando en muchos casos, se sabe que no es del todo así.

En definitiva, lo que me gustaría sintetizar con el blog de hoy es que en la pareja, para establecer una relación saludable que nos permita desarrollarnos personal y conjuntamente es necesaria la comunicación, hablar, escuchar, expresar, observar, mimarnos, abrazarnos, acariciarnos y también follar, ¡claro que sí! Pero no tomarlo como forma de arreglar los problemas, ya que ante los desacuerdos la única forma asertiva de afrontarlos es negociar, a veces ceder y a veces insistir, pero finalmente llegar a un consenso entre ambas partes. Al fin y al cabo se trata de disfrutar de la relación y del tiempo que pasas con el otro, no de cargar con el peso de una cruz (como nos quiere vender la Santísima Iglesia).

 
   



     

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Es que no es una más, es que es una menos...

Cada vez que escucho la radio, leo el periódico, veo las noticias, ahí está.... sino un nuevo caso de violencia machista que termina en asesinato, es una agresión física, verbal, psicológica o sexual (o todas juntas) hacia una mujer. Y se me eriza el vello, y me dan ganas de exterminar a todos los hombres del mundo y a todas aquellas personas que ignoran el maltrato y las desigualdades, y me da coraje, porque somos tan personas como ustedes que se creen superiores, lo única diferencia es y ha sido siempre la educación. ¿Y saben qué? Me dan ganas de tirar la toalla, de echarlo todo por tierra, de pasarme a su bando... ¿Pero saben qué más? Asimilo la noticia, respiro hondo y me digo "Pequeña, no vamos a exterminar a nadie...", y continúo luchando por todo lo que como mujer tengo que ganarme solo porque esta sociedad "ideal" en la que vivimos lo ha determinado así. Y es que no estoy dispuesta a PERMITIR que me tratéis diferente por ser mujer, que me llevéis las bolsas o me "ayudéis" a abrir un bote o a poner un clavo, que me neguéis el acceso a un puesto de trabajo de directiva, ni que me vetéis si quiero ser ingeniera, camionera, conductora de autobuses o mecánica de coches, ni que dispongáis que debemos ser minoría o no representar en las asambleas y toma de decisiones dentro de las Administraciones Públicas, en las Universidades o en las grandes empresas; que respetéis si elijo libremente dedicarme a la prostitución, ser ama de casa o no tener hijos; que entendáis que tengo el mismo derecho a informarme y a disfrutar de mi sexualidad de la manera que a mi me apetezca sin enamorarme y no soy ninguna guarra por ello, que no estoy dispuesta a ser un objeto sexual para ustedes, ni un icono publicitario, y que odio esos magníficos planes de sábado noche en los que las chicas no pagan entrada en pubs o discotecas o en los que nos ofrecen copas gratis por mover el culo delante de sus narices, y mucho menos el lanzamiento de esos ingeniosos comentarios machistas y repugnantes a los que ustedes caballeros denominan "piropos", ¡Ah! y la autoridad con la que se dirigen a ligar con una chica si lleva escote, faldita corta y/o taconazos... se pensarán que elegimos los modelitos para ustedes..... ¡Faltaría más!

[Y con toda esta retahíla de cosas tomo fuerza para seguir sintiéndome ORGULLOSA DE SER MUJER :)]


Sarcasmos a parte, continúo con toda la seriedad que el tema conlleva, es que no podemos permitir que siendo la Violencia de Género un problema social de tan enorme envergadura está tan normalizado entre la población, me parece increíble... No olvidemos que es un suceso que ocurre en la mujer solo por serlo, no hay más explicación. Además, yo creo que todos y todas hemos oído escuchar del tema pero realmente somos pocos y pocas quienes realmente conocemos su etiología y el porqué se produce. Mi formación ha girado en torno a distintos profesionales, he tenido la suerte de poder estudiar en uno de los mejores centros de la provincia, con profesores y profesoras como la copa de un pino; pero si realmente hay un referente masculino en este ámbito ese es Miguel Lorente. He tenido la suerte de coincidir con él como ponente en distintos actos relacionados con la Violencia de Género y pude darme cuenta desde el principio del gran conocimiento y formación que posee al respecto, sobretodo a nivel práctico. Además, me encanta ese afán suyo por colaborar en la erradicación de la agresión a la mujer y por contribuir en la igualdad de condiciones para hombres y para mujeres, algo que es verdaderamente admirable, pues parece ser que normalmente se tiende a interpretar que la violencia de género es solo cosa de mujeres, pura ignorancia, pues realmente el problema lo causan los hombres y solo sería posible su desaparición con la lucha conjunta de ambos. El caso es que al leer su libro "Mi marido me pega lo normal" tome conciencia de que el origen del problema está en la educación, miren a su alrededor, aún seguimos educando con las mismas pautas de hace 50 años, aún seguimos animando a los chicos a ser campeones y a las chicas princesitas, siguen determinándose los colores de unos y de otros así como las actividades y deportes propios de chicos y propios de chicas, los medios de comunicación siguen emitiendo anuncios machistas y nos siguen encauzando en las normas a seguir, como por ejemplo el ser hetero y lo más lamentable es ver que España, "supuesto" país igualitario por excelencia, NUNCA ha tenido una Presidenta del Gobierno. Eso sin entrar en los temas eclesiásticos y tradicionalistas que instan a eliminar asignaturas que favorecen el desarrollo personal de niños y niñas y obligan a estudiar religión, donde más que en valores, educan en desigualdades y escalas de superioridad. Entonces, yo os pregunto, ¿realmente la violencia machista es algo que surge de la nada, de lo que nadie se daba cuenta hasta el momento de la muerte de la víctima, o es un problema encubierto que no interesa desmenuzar por la pérdida de privilegios y mala imagen que supone para el hombre? Juzguen ustedes mismas y mismos... 

No puedo terminar el post sin hablar de las tres últimas víctimas de Violencia de Género, todas mujeres.

La última salió a la luz el pasado martes, el caso espeluznante de Janay Palmer, la prometida del jugador de la NFL. (http://deportes.elpais.com/deportes/2014/09/09/actualidad/1410282523_553296.html) 

Las otras dos son víctimas españolas, la primera en un pueblo de Murcia, milagrosamente logró escapar de la agresión (http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/09/08/actualidad/1410170363_089863.html) y la segunda con peor suerte, murió (http://www.rtve.es/noticias/20140905/muere-mujer-presuntamenta-asesinada-pareja-cullar-baza-granada/1006120.shtml) Y es este último caso, el que especialmente me toca más de cerca, el que me ha hecho dedicarle el post de hoy y es que NO PODEMOS PERMITIR QUE NOS ASESINEN A MÁS MUJERES. Por último, informar que se han cancelado varias actividades proyectadas por la Federación de Mujeres del Altiplano Granadino para el próximo fin de semana y que mañana, Jueves, a las 19 horas en la Plaza del Ayuntamiento de Cúllar tendrá lugar una manifestación en memoria de la fallecida y para reivindicar una vez más que SOMOS PERSONAS Y TENEMOS LOS MISMOS DERECHOS. 








¡Basta ya, señores!




jueves, 4 de septiembre de 2014

La Salud es Importante :)


Hoy estamos de celebración, sí :) ¿Por qué? Pues porque es el Día Mundial de la Salud Sexual 

 
        Estoy totalmente convencida de que no había mejor forma de empezar mi blog; hablando de salud, de sexualidad y especialmente dedicado a la mujer (criatura luchadora de la que vivo y viviré eternamente enamorada) con el inri de la relación inherente que todo ello aguarda con la psicología.   

        Antes de nada, haré referencia a la definición más "oficial" que se ha dado en torno al concepto de SALUD SEXUAL, sin obviar la controversia existente a la hora de establecer una definición reglamentaria por la intromisión de la cultura de cada zona del mundo. 

   
 La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad; la cual no es solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad. Para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud. Además, para ello se requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener relaciones sexuales placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia.
       
Para mí personalmente, esta definición es verdaderamente acertada, precisa y preciosa; lo lamentable es que quede muy bonita sobre el papel pero que se haga poco por llevarse a rajatabla en la práctica. 

Sin embargo, la salud sexual se tiene muy monopolizada y hay mucho desconocimiento hacia ella, son muchas las personas que la entienden únicamente como "ponerse un condón para no contraer enfermedades sexuales", y no, es mucho más que eso, de ahí la importancia de este post en el día de hoy. 

Si revisamos los Derechos Humanos, justo la “Carta de los Derechos Sexuales y Reproductivos” (en mi versión abreviada), encontramos lo siguiente:

1) El derecho a la vida.

Derecho a una maternidad sin riesgos, a que los embarazos sean deseados y al acceso a una atención cualificada para la salud de la embarazada y del feto o del bebé. Ninguna mujer debería quedarse embarazada por falta de información o por falta de acceso a los recursos anticonceptivos.

2) El derecho a la igualdad y a la no discriminación (¡¡OJO!!)
Ninguna persona debe sufrir discriminación por el modo en que vive su sexualidad, y esto incluye la libertad y autonomía para elegir pareja, para expresar la propia sexualidad, para vivir libremente su orientación del deseo, para disfrutar de la erótica de forma independiente de la reproducción si así se desea, etc.
Las personas homosexuales, los gays y las lesbianas, así como las personas transexuales, tienen el mismo derecho a vivir y expresar su sexualidad que las personas heterosexuales y no transexuales.

3) Derecho a la privacidad y a la confidencialidad.
Toda persona tiene derecho a la privacidad en lo referente a su salud o sus posibles enfermedades. Las personas tienen derecho a recibir atención y consejos sobre su salud sin necesidad del consentimiento de su familia o su pareja. 

4) Derecho a la libertad y a la seguridad.
Derecho a decidir sobre la propia vida sexual, sobre si se tienen relaciones sexuales o no, con quién se tienen, y cuándo se tienen. Toda persona es libre de negarse a una relación sexual y ese derecho debe respetarse. Ninguna persona ha de ser forzada para tener relaciones sexuales, sean del tipo que sean. Toda persona tiene derecho a elegir cuándo y con quién tiene hijos o hijas.

5) El derecho a la información y a la educación.
Todas las personas tienen derecho al acceso a la educación y a la información, no sexista y libre de estereotipos, en cuanto concierne a su salud, sus derechos y sus responsabilidades en materia de sexualidad y reproducción, presentadas en una manera objetiva, crítica y pluralista. 

6) Derecho a contraer matrimonio o no y a formar y planificar una familia.
Ninguna persona puede ser obligada a contraer matrimonio si no lo desea, independientemente de la opinión de la familia. Es un derecho universal que cada persona elija tener o no pareja, y también es un derecho la libre elección de la pareja deseada. El matrimonio debe ser una opción libre y una decisión personal.

7) Derecho a decidir tener hijos o no tenerlos y cuándo tenerlos. 
Es un derecho humano disponer de recursos para el cuidado de la salud sexual y reproductiva. También es un derecho que la mujer tenga libertad para planificar su vida reproductiva libre de presiones en su toma de decisiones, y que se proporcione a hombres y mujeres información, orientación y educación sexual como algo integral.

8) Derecho a la atención y a la protección de la salud. (OTRO DERECHO QUE TAMBIÉN QUIEREN ARREBATARNOS...)
Todas las personas tienen derecho a servicios de salud sexual y reproductiva, servicios que además deben ser accesibles y gratuitos. Las personas tienen derecho a la planificación familiar, prevención y tratamiento de infecciones de transmisión sexual, y atención general en salud sexual, así como la interrupción voluntaria del embarazo.

9) Derecho a disfrutar del progreso científico.
Todas las personas tienen derecho a beneficiarse de los progresos científicos, y a los medicamentos existentes.

10) Derecho a la participación ciudadana (Jaaaa!).
Los derechos mencionados, sexuales y reproductivos, deben ser garantizados por la sociedad, como condición indispensable para construir una ciudadanía plena, y una adecuada convivencia democrática. 

11) Derecho a no ser sometido a torturas ni maltrato. (¿Dónde ha quedado este derecho?

Es un derecho humano universal la protección frente a la violencia, los abusos y la explotación sexual. Ninguna persona debe ser maltratada o discriminada por su sexo, raza, religión, etc. Son violaciones de los derechos humanos: la violencia machista, el maltrato sexual y psicológico, las violaciones y abusos, la mutilación genital, el infanticidio femenino, la discriminación o infravaloración por razón del sexo, la privación o disminución de libertad por razón del sexo, la desigualdad de oportunidades entre los sexos, etc.

Revisado esto, lo primero que se puede sacar en claro es que nuestro querido Presidente del Gobierno y el resto de sus súbditos aún no se han debido de enterar ni siquiera de que esta carta de los Derechos Humanos existe... 



Lejos de temas políticos, volvemos al tema de la salud sexual, llegando a la conclusión de que teóricamente se entiende como una parte importante de nuestra salud física y emocional, pero sin embargo nos critican y nos ponen límites, sobretodo a la mujer, por disfrutar de nuestra sexualidad de manera libre y sin seguir los cánones que se nos ha establecido.  

Compartiendo muchos de estos conceptos expuestos, como terapeuta sexual, entiendo que hay mucho más que añadir, que para disfrutar de una sexualidad saludable en primer lugar tenemos que deshacernos de la idea única y primordial del sexo en pareja y potenciar la individualidad, especialmente en la mujer, que como sabemos siempre se lleva la peor parte. En segundo lugar, tenemos que entender que la salud sexual NO solo depende de cuidarse para no contraer enfermedades, que sí, pero que además se entiende (o lo ideal sería entenderla) como la capacidad para decidir si quiero o no compartir mi sexualidad, así como cuándo, dónde y hasta dónde y con quién,  el respeto hacia mí mism@ y hacia la otra persona, desde el AUTO-CONOCIMIENTO y desde MIS PROPIOS VALORES, EXPRESANDO lo que quiero y lo que no. Todo esto SIEMPRE SIEMPRE SIEMPRE con información y con una perspectiva crítica. 

Ya es hora de dejar de ser pasiv@ y de tomar cartas en el asunto, RECUERDA que tú eres la/el únic@ dueñ@ de tu vida y tu disfrute depende de ti ;) 

¡Feliz día visitant@s!